“¡Qué ironía que lo que hoy parece un final, es realmente un maravilloso comienzo!”, expresó Karla Patricia García Mata, egresada de la Generación 2016-2021, al hablar a nombre de sus compañeros en la ceremonia de Graduación respectiva, ante autoridades, profesores, alumnos y padres de familia de la Escuela Libre de Derecho de Sinaloa, en un acto realizado en línea, vía Zoom.
Elegida para emitir el mensaje final a nombre de sus compañeros, por haber obtener el más alto puntaje en aprovechamiento académico con 9.92, García Mata comentó que “el día de hoy es sumamente significativo para cada uno de nosotros, culminamos una etapa que marca un antes y un después en nuestras vidas”.
“Hoy dejamos de ser aprendices de esta gran Casa de Estudios, para convertirnos en licenciados en derecho que portan con dignidad y orgullo su emblema, y con ello todos los conocimientos y valores aquí aprendidos y muchos otros tantos reforzados, enorgulleciéndonos del alto prestigio que nos otorga el ser egresados de éste nuestro segundo hogar”.
Añadió que “hoy presenciamos el fin de un proceso académico más no del aprendizaje, pues nuestro papel como alumnos ante los retos y enseñanzas de la vida no tiene un término perentorio; hablamos de 5 años de estudio, que se dicen fácil, pero solamente cada uno de nosotros sabe el esfuerzo que ese tiempo representó en nuestras vidas”.
“Hoy únicamente decimos adiós a esta gran etapa, pero nos quedamos con aquellas grandes personas que pudimos conocer, desconocidos que con el pasar de los años se convirtieron en nuestros entrañables amigos y posteriormente en nuestra familia; colegas que hicieron más llevaderos aquellos momentos de tensión por exámenes complicados, proyectos o tareas, y con su alegría nos recordaban que siempre podemos optar por tener una actitud positiva ante la vida”.
Hizo un reconocimiento a quienes les apoyaron para llegar a este momento. A los “profesores, personas sumamente preparadas y conocedoras del Derecho, que día con día y con total vocación, compartían con nosotros sus conocimientos de forma genuina, tan solo esperando la complacencia por vernos crecer intelectual y personalmente… tomando como base su experiencia y su amor por su profesión”.
Y “a nuestros padres, que comparten con nosotros este orgullo de poder hacernos llamar licenciados por fin; este éxito es por y para ustedes, que con el ejemplo nos enseñaron a no darnos por vencidos a pesar de la adversidad”, y concluyó afirmando que “la vida no está hecha para ser vivida si no para ser celebrada: Celebremos pues nuestra mejor decisión de haber elegido esta hermosa profesión y claro, impartida por la mejor institución”.