“En el ejercicio de la abogacía no hay llaves para el éxito, ni hay tampoco soluciones mágicas: Solo hay el trabajo, el estudio y honradez en el servicio”, expresó el Lic. Marco Antonio Arámburo Inzunza, presidente del Capítulo Sinaloa de la Barra Mexicana Colegio de Abogados, al ofrecer una charla a alumnos del grupo 1-3 de la Escuela Libre de Derecho de Sinaloa.
Conducida por el Mtro. José Miguel Vega Pereda, Secretario Académico de la ELDS, el profesionista brindó una charla vía Zoom, en la que incluyó una serie de consejos y tips sobre la forma en que ejerce la abogacía,
Rechazó la creencia de que “los abogados no tengamos ética; sí la tenemos, pero es que solo utilizamos los instrumentos jurídicos públicos para representar jurídicamente a nuestros clientes, y las instituciones que hay en el Derecho son para accionarse… Tal vez yo no esté de acuerdo con el matrimonio igualitario o con el aborto, pero tampoco me pondré en contra de ello porque soy abogado, y en estos casos uno puede llegar a decidir qué asuntos tomas o no”.
También dijo que como abogados no basta con ganar juicios ni hay que ser arrogantes, porque hay quienes pierden esa sencillez y no contestan cuando les llaman al teléfono para exponerles un caso, pero yo siempre contesto porque sé que detrás de esa llamada hay una persona que tiene un problema y ha confiado en mi capacidad para resolverlo”.
Comentó que “cualquier persona que sea buena en el servicio que presta, sea plomero, jardinero o abogado, si se queda con lo que no es suyo va a tener problemas, pero si haces bien y cobras lo justo por tu trabajo nadie tiene que reprocharte nada”,
Agregó, y para el éxito no hay soluciones mágicas, y que esos éxitos inmediatos tarde o temprano tendrán consecuencias negativas, como ciertos abogados de este país, que representaron a grandes políticos y a grandes corporaciones pero que hoy están detenidos por delincuencia organizada.
“Creo que el abogado que trabaja bien, con honestidad, debe vivir en forma muy decente; lo ideal es ganar modestamente del fruto de tu trabajo, sin aspirar a ir más allá, porque a veces estamos en el filo de la navaja y si pretendes brincártelo, puedes tener problemas que no necesitas”
Indicó que cuando factura sus honorarios, nunca escribe que es por concepto de asesorías, sino por representar y defender jurídicamente a su cliente, porque podría darle problemas si esa persona anda en malos pasos y uno dice que lo está asesorando en ello”.
A los estudiantes que se inician en el conocimiento de esta profesión, les recomendó viajar mucho porque conoces a muchas personas, y eso te ayuda a ver qué tan bien o mal estas académicamente.
Les aconsejó apoyarse en sus gremios y rodearse siempre de personas confiables, que puedan apoyarlos en algunos casos cuando no puedas representar a alguien en otra ciudad.
Es importante crear lazos con otros profesionistas, es como cuando te topas con un alumno de la ELDS, inmediatamente hay una afinidad porque forman parte de una institución, y eso pasa cuando formas parte de un grupo de abogados.
Comentó que a veces hay que tomar un asunto no por dinero sino por el solo hecho de ayudar a alguien en problemas; en un caso, lo que yo verifico es que se aplique la ley con justicia, que no haya juicios ejemplares sino que aquel que sea llevado a juicio tenga un trato igual al de los demás, y que no se abuse con él, porque tanto como el particular viola la ley, también la autoridad lo suele hacer.
Y es que, si un policía viola la ley al “sembrarle” droga a un detenido y lo golpea, etcétera, y si no se le castiga, lo más seguro es que lo vuelva a hacer.
Felicitó a los alumnos por tomar esta profesión y por hacerlo en una institución como la Escuela Libre de Derecho de Sinaloa: “La verdad es que el nivel académico que maneja la ELDS es superior al de muchas escuelas; conozco a muchos de sus profesores, y todos son excelentes”, dijo.
